Enrose Ramos

Sumando céntimos para adquirir tabaco, me arrastro por las calles restando logros. Me pierdo en la gente que lucha al raso Existo un poco mas en cada cuestión de otros. Los consejos sirven para no hacerles caso Me acaricias y me duermo llorando en tus hombros. Me das un beso y yo me desvanezco en tus ojos El mundo duele menos si no te pierdo de vista. a veces dudo de estar cuerda, más aún, de estar viva.

Incluso la tristeza, al final se acabará yendo Solo me quedaran mis objetivos cumplidos Y quizás tú, si decides quedarte conmigo. Por una vez no me llena de nostalgia saber que todo, tarde o temprano, acaba, Incluso los mejores momentos… incluso esta mala etapa. Quiero dejar de compadecerme de mi misma. Salir de debajo de la tapadera de las pastillas Las migrañas, las ojeras, las vitales asperezas Porque al final todo termina, incluso la tristeza.

Además de escribir "tontunas y chuminás" (como dice mi padre) otra de mis pasiones es la pintura. Empecé a pintar a los 5 años, en Guardamar, en el parque de los patos. Pintar es otra forma de expresión. Igual que lo es la escritura, la fotografía, la pintura, la música, la danza (otro de mis amores)... Antes, era más de impresionistas, de colores pastel o de paisajes verdes. Y a los 15 años empecé con más colorido y otro estilo gracias Elena Negueroles. Elena Negueroles es una pintora nacida en Alzira, Valencia, y miembro del Consejo Valenciano de Cultura de la Generalitat Valenciana. Entre sus cuadros, sobre todo me gustan los que pertenecen a su etapa fauve. Y por ella descubrí  el fovismo. Me compré un libro de su pintura (sammer nº3) y es una preciosidad. Es un colorido precioso. Me encanta como pinta las sombras en el cuadro "la ermita". Me encanta el efecto de las paredes, los manteles y los vestidos rebosantes de colores y formas. Es como bañarse en un m

No   importa cuánto tiempo haya pasado, un momento puede durar para siempre. Un momento puede perseguirte para siempre. Puedes avanzar en una era estacionaria. La incapacidad de mostrar las entrañas de cristal. Por eso, a veces es mejor tener cien ojos detrás, pero que no haya nadie mirándote. Jamás caminaste más que por las orillas de ti mismo. Y sin embargo un día te encuentras perdido, caminando en círculos. Es un chapuzón de realidad e infierno. Yo también sigo pagando deudas emocionales.

Madrugar de mis ahogues. Me levanté esta mañana, y me vi reflejada en los veraniegos calores. Coexistir con mis azogues. Me vi pintada en mi espejo, mi mirada, dura, herida de pasiones. He rozado tantos labios y tan pocos corazones. He probado sinsabores de la vida, tan amargos. Me levanté esta mañana con los ojos pintados de tristeza y de rayajos y mal desmaquillada. Con los zapatos puestos, sola, como cada mañana, sin nadie y sin nada; como siempre despierto. Mis ojos pintados de tristeza. Mi piel hecha de sentimiento. Y sin ninguna senda qué sola me siento. Escrito en 2010