más tiempo


La cura para todos los males que afectan al alma se llama tiempo. Tiempo para llorar, tiempo para aceptar, tiempo para olvidar.

Puede que fuerais las personas más felices del mundo, puede que él te escuchara mejor que nadie, puede que él te hiciera reír o sentir muy especial, que diera los mejores masajes del mundo o que te abrazara con una ternura que te hacía estremecer. Es posible. Pero en algún momento, por alguna razón que quizá ya no recordéis, dejasteis marchar a esa persona o la apartasteis violentamente de vuestro lado.

Aferrarse al recuerdo es absurdo, y lo es porque las personas que fueron juntas ya nunca volveran a ser. Vuestro momento, como el nuestro, pasó. Todo lo que fue, permanece únicamente en el recuerdo.

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